UN CUENTO DE NAVIDAD
UN CUENTO DE NAVIDAD
Aquella noche, la ya madura Aline fue con su ordenador portátil a un café donde se reunían escritores noveles y ya consagrados, siendo estos últimos parte de la flor y nata de la sociedad.
Aline, tomó asiento en una solitaria mesa del fondo del café cuando de pronto el camarero Alex le preguntaba a Aline con la mejor de sus sonrisas-¿Qué desea tomar hoy esta belleza?-.
De repente ella levantó la cabeza y lo miro con una amplia sonrisa, tras lo cual le contestó-Lo de siempre Alex-.
-Marchando un capuchino con nata y extra de canela.
El precio es el primer ejemplar de tu
novela-Le pedía él como favor.
-Eso esta hecho, solo espero que te guste-Le decía ella agradecida.
-Estoy seguro de que me encantará-Le aseguraba Alex aun desconociendo el resultado de la novela, aunque confiando plenamente en su amiga.
Tras el primer sorbo de su capuchino, Aline estaba ajena al ruido que reinaba en la cafetería proveniente de las voces de los escritores consagrados que parecían estar de celebración y comenzó a escribir tan absorta a todo que atrás quedaron los días del síndrome de la hoja en blanco.
De pronto y sin saber por que publicó en su blog la novela y al poner la mano sobre la pantalla que reflejaba lo escrito, traspasó la pantalla del pc y tratando de salir se agarró a la mano de Alex atrayéndolo hacia ella.
-Supongo que la aventura de verdad comienza ahora- .Le anunciaba pensativa Aline a su inseparable Alex.
-Y gracias a ti esta aventura no me la pierdo y lo que es más estaremos los dos juntos-.Le aseguraba felizmente Alex.
-¿Pero, que se supone que tenemos que hacer ahora?-Le inquiría ella a él dubitativa.
Alex le contestó firme y alegremente-Cuando lo veamos lo sabremos-.
-Señorita, señorita ¿Dónde estaba? No la veíamos por ninguna parte-Le preguntaba Dora, poniéndose en el peor de los casos.
-Buenos días Dora, no te preocupes, estábamos dando un paseo por las afueras los dos juntos-. Le aclaró Aline cogiéndole las manos para tranquilizarla.
-Les llevaré al castillo de los señoritos para que descansen ahí enfrente hay una limusina que nos llevará a los 3 a nuestro destino-. Les comunicaba la joven Dora que ya más aliviada por haberlos encontrado sanos y salvos les abría la puerta de dicho coche, tras lo cual subió ella adelante.
Una vez a solas en el castillo, Aline le dijo a Alex-¿Sabes? Creo que me podría acostumbrar a llevar esta vida, contigo a mi lado por supuesto-.
-Esa es la mejor parte, los dos juntos siempre-Le aseguraba Alex completamente enamorado.
Dora, interrumpía presurosa en el salón donde sus reyes se encontraban anunciándole a Aline-Señora, señora, su dragona coral ha sido secuestrada por unos villanos-.
-¿Dónde están y para donde han partido?-Quería saber con los ojos rojos de la furia Aline.
-Son los malditos del Oeste y se la han llevado a su guarida prepárense para que les pidan un rescate-Le aseguraba Dora conociendo como se habían desarrollado los acontecimientos recientes.
-Bien, pensemos con la cabeza fría, tenemos a sombra negra, mi dragón, él nos puede ayudar a encontrarla- Se pronunciaba Alex.
-Como a Coral le haya pasado algo, los mato-.Aseguraba Aline con dos bolas de fuego a punto de salir de sus ojos.
En ese momento, Alex, le colocó la manó sobre los hombros para tranquilizarla y funcionó.
-Vamos en busca de Coral sin más premura-Le pedía ella a él.
Ambos subieron en Sombra Negra en busca de Coral y la encontraron atada y amordazada, motivo por el que Alex dejó que grandes bolas de fuego salieran de los ojos de su amada en pos de ayudar a Coral, la cual una vez liberada arrasó todas las casas de aquellos malnacidos que la avían pretendido dañar.
Una vez aquella pesadilla acabó, regresaron los 4 al castillo donde a posteriori tendrían una vida afortunada y placentera.
FIN
ANA MARÍA GRANDE
Comentarios
Publicar un comentario