LA MALDICIÓN DE LEAP CASTLE
LA MALDICIÓN DE LEAP CASTLE
CUANDO EL AMOR ES MAS FUERTE
QUE EL MIEDO.
Aquella noche de tormenta,
el matrimonio de Karpatianos compuesto por el apuesto y eterno Logan
moreno, de 1,95 de alto, de cabellos ondulados, y largos con una mirada
profunda en sus ojos verde esmeralda, era el esposo perfecto a los ojos de su
querida esposa Aine, una bella mujer cuyo rostro era tan fino y delicado como la
porcelana, su melena era morena y rizada
con algún tirabuzón, lo cual le hacía mucha gracia a Logan sobre todo cuando se lo intentaba apartar con
algún soplido sin resultado alguno que no fuesen las últimas veces, los
nacimientos de sus dos hijos.
El primero en nacer fue Evan de 6 años, moreno, cabello desenfadado y corto, y al igual que su
padre ojos verdes.
Tan solo un año más tarde se uniría a la familia la pequeña Tara
que se parecía extrañamente a su abuela materna rubia, en la actualidad 5 años,
cabello rizado más dulce que la miel.
Se hallaban los 4 sentados disfrutando de una placentera noche en
familia en el salón de su castillo irlandés Leap Castle en el condado de
Offaly, cuando de repente un hombre de ojos negros, melena negra, constitución
robusta y fuerte de 1´82 de altura como por arte de magia, apareció entre ellos
como un poderoso brujo.
Acto seguido les lanzo a los hijos de Logan y Aine una bola de
energía al corazón de cada uno, aprovechando este momento para dejar a sus
padres impactados.
Lejos de amedrentarse, Aine, le lanzó una bola de fuego a la
cabeza del brujo negro, Brian, tiro que no llegó a buen puerto ya que este
salió huyendo por la puerta a grandes zancadas y corriendo entre los árboles
para dificultar que los Karpatianos le dieran caza para vengar a sus pequeños,
a los cuales tenía la creencia de haber matado en el acto.
-Aine, lleva a nuestros pequeños a regenerarse donde siempre,
mientras avisa por telepatía al ave fénix que se reúna con vosotros, para que
te ayuda a curarlos-Le pedía presuroso Logan a su esposa, tras lo cual y sin
más dilación fue en su forma de jaguar a darle caza a aquel mal nacido que
pretendía exterminarlo a él y a su familia.
Brian, el brujo negro, corría sin cesar hasta caer rendido en un
bosque negro de árboles medio incendiados, donde no entró Logan al ser el
territorio de los vampiros, sus peores enemigos, pero dentro de estos en la
nueva saga Logan, el rey de los Karpatianos y Liam el rey de los vampiros desde
hacía 15 años habían congeniado mucho,
respetando las reglas el uno del otro hasta convertirse en grandes
amigos.
Una vez Brian estuvo rodeado de vampiros su cabeza comenzó a
pensar cómo deshacerse de ellos, pero sentía tal pánico que hasta se le había
olvidado que era un brujo negro y aunque lo recordase estaba atado a un grueso
tronco de un árbol, así que no podía hacer nada.
Liam, se acerco amistosamente a Logan y en tanto le estrechaba la
mano le preguntaba- ¿Este tipejo te pertenece?-.
-Os lo podéis quedar y daros un buen banquete ya que ha intentado
matar a mis hijos-Le informaba Logan a su buen amigo.
-Y los he matado te lo aseguro jajaja-Reía Brian a grandes
risotadas.
Mientras tanto en el lugar donde Evan y Tara se regeneraban con la
ayuda de su madre y del ave fénix, Tara balbuceaba sus primeras palabras después
del ataque-Mamá, ¿Papá está bien?-.
Antes de que su madre pudiera contestar se levantó de un salto
Evan, asegurando- yo iré a ayudar a papá a dar caza de ese malnacido, que por
algo soy un caballero Karpatiano como papá-.
-Yo aunque sea una chica y una bruja blanca puedo ayudar a acabar
con él-.
En ese momento, su madre se convirtió en una pantera negra con los
ojos sanguinolentos llena de la ira, porque aquel malnacido estuvo a punto
matar a sus dos pequeños.
A la velocidad de la luz los tres se presentaron en el lugar que
se hallaba el cabeza de familia.
La joven Tara, a sabiendas de la amistad que unía a Liam con su
padre dirigiéndose al primero le solicitó amablemente- Liam apartaros tus
hombres y tu de mi camino que tengo que matar a ese hijo de mala madre que nos
ha intentado exterminar a mi familia y a mí y no quiero que ninguno de vosotros
salga dañado-.
Algo se revolvió dentro del rey de los vampiros al oír la
declaración de la pequeña tan segura de sí mismo que a Brian, le infundía
terror y pánico, ya que a pasos agigantados podía prever lo que se le venía
encima.
-Tara, te agradezco tu seguridad y determinación, pero dado que él
va a ser el banquete mío y de mi pueblo seremos nosotros los que demos buena
cuenta de él-Se adelantaba Liam dirigiéndose a la pequeña.
-Si eso es lo que quieres, que
así sea, pero con una condición-comenzó diciendo ella.
-Tú dirás-La animaba él a seguir hablando.
-Agotad hasta la última gota de su sangre, no le deis tregua
alguna-.Prosiguió Tara con la ira reflejada en sus ojos en tanto le clavaba una
mirada maligna a Brian.
-Chicos ya habéis oído a la señorita, comenzar en ya.
Y tú Tara relájate, tú eres karpatiana y bruja blanca, no
vampiresa-Le recordaba Liam, en tanto ella, parecía recuperar la tranquilidad
en su mirada.
Como si despertase de una pesadilla, envuelta en un sudor frio,
Logan, su padre, la tomó en brazos y en su forma de Karpatiano se la llevó
volando hasta el castillo donde vivía con su familia.
Una vez estuvieron los 4 en su interior, la pequeña Tara como si
estuviera asimilando en aquel preciso momento lo que había intentado hacer, se
calló en el sofá al tiempo que pronunciaba las siguientes palabras-He estado a
punto de pedirle al tío Liam que me vampirizase, para acabar con el cabrón que
ha intentado asesinarnos a los 4-.
-Acompáñame al baño que te vamos a duchar ya que si se te enfría
el sudor, te pondrás mala-Le aconsejaba
dulcemente Aine a su pequeña Tara, a la que tanto quería.
Evan, preocupado por su hermana le decía a su padre-Papá, mi
hermana saldrá de esta ¿Verdad?-.
-Evan, cariño, tu hermana es una chica lista y fuerte que puede
con todo, así que no temas por ella, además en su andadura no está sola, nos
tiene a nosotros 3 más al tío Liam y a sus amigos—Le pedía dulcemente Logan, a
su ahora preocupado hijo.
Su hijo tras estas palabras y un razonamiento interno, se dio
cuenta de que su padre tenía razón y volando fue a asearse al aseo de su
habitación, la misma que compartía con
su hermana.
Ya listo y lavado bajo de nuevo al salón donde el resto de la
familia lo esperaba.
-Pareces todo un caballero, Evan y yo cuando sea mayor aspiro a
encontrar a un caballero Karpatiano-Le declaraba Tara.
-Pero Tara, que somos hermanos-La reprendía él escandalizado.
-Ya lo sé tonto, solo era un piropo, el mejor que se me ha
ocurrido-. Le aseguraba ella entre risas en tanto lo sonrojaba, cada vez más.
-Bien pensado, aunque haya sido solo por una noche, empezaba a
echar de menos las extrañas bromas y
piropos de mi hermana-Les aseguraba a los allí presentes Evan.
-Así se habla hermanito, que se note que somos una familia bien
avenida- Proclamaba alegremente la pequeña Tara.
-¿Quién tiene hambre? Traigo esta noche sangre gran reserva-Les
anunciaba el cabeza de familia.
-Yo prefiero la tuya, pero si te pones así…-.Bromeaba Aine con su
esposo más relajada.
Una vez terminaron de cenar Aine, le proponía a su pequeña hija
Tara-Cariño, tu al ser una bruja blanca tienes cierta predilección por hacer
conjuros de protección, ¿Tu lo escribes y yo lo ejecuto como hemos hecho
siempre?-.
-Todo lo haré yo sola ya que ese malnacido nos ha querido
exterminar-Concluyó Tara, acto seguido escribió dos conjuros iguales uno en
cada papel de pergamino distinto mientras le entregaba uno a su madre le
decía-Ponlo con los de suma importancia que jamás se han de perder-.
Su madre, así lo hizo comprendiendo la gravedad de lo que había
ocurrido esa noche y es más que podía a ver llegado a perder a toda su familia,
mientras, Tara se colocaba alrededor de 12 velas blancas y hacía este conjuro
con gran fuerza-Las puertas de nuestro castillo estarán cerradas desde ahora
para todas las personas y seres que no estén unidos a nuestra familia-En ese
momento puso una sonrisa maligna y
añadió-y a la bruja negra o brujo negro que se le ocurra con su magia entrar en
nuestra morada maldito o maldita eternamente
será sin poder descansar jamás en paz-.
Dicho esto quemó el pergamino que ella sostenía en la mano, como
si así pudiera dar más fuerza a su conjuro.
Una vez se apagaron las velas y se quemó el conjuro, Evan tuvo que
hacerle a su hermana la pertinente broma-A ver si con el mensaje que le ha
dejado mi hermana al universo estamos a salvo-
-Lo siento Marylind, objeto fallido.
Si la madre es poderosa, la niña ni te imaginas-Decía arrepentido
Brian mentalmente con sus últimas fuerzas.
-Esa familia no se amedranta con nada-Reflexionaba Marylind, tras
lo cual la vampiresa y bruja negra a la vez con un destello maligno en la
mirada le dijo a su esposo-Dudo que hayan
tomado las pertinentes precauciones tan pronto, sobre todo porque ni conocen
nuestro secreto y porque ante todo son unos sacrificados padres-.concluyo
diciéndole ella a su esposo, Brian.
Pasados unos quince minutos, se hallaba toda la familia en el
centro del salón al calor del hogar, cuando de repente, el matrimonio compuesto
por Marylind y Brian, aterrizó a las puertas de dicho castillo.
Marylind en su estado de vampiresa enfurecida fue a entrar
despreocupadamente por la puerta para hacer
a la pequeña Tara y su hermano Evan sus esclavos, mientras veían como
Brian acababa con ellos hasta desangrarlos.
Pero sus planes se vieron truncados al ver lo segura de sí misma y rabiosa que Aine le
increpaba desde dentro sosteniéndole la mirada-Desde luego Marylind, se
necesita ser muy valiente o muy estúpida
para pensar que no habríamos tomado medidas contra vosotros dos-.
-Entonces eso quiere decir que no nos vas a invitar a pasar
¿Verdad?-Le preguntaba lascivamente con sus ojos sanguinolentos de vampiresa a
Aine manteniéndole igualmente la mirada.
-Huy si has resultado ser lista y todo, aún tienes una neurona
sana, jajajaja-Se burlaba de ella Aine entre risas, a sabiendas de que estaban
a salvo de ella y su esposo.
En ese momento el pequeño Evan le preguntaba a su madre
consternado-¿Qué pasa mamá? Cuando salisteis los tres a darle caza a su marido,
mientras yo me regeneraba en la tierra, ella cuidaba de mí-.
-Léele la mente a esa
maldita vampiresa-Lo instaba su madre.
-No pienses Marylind, no pienses que si Aine es poderosa sus hijos
infinitamente más –Solo con ese pensamiento el joven Evan, tuvo el convencimiento
de que su madre decía la verdad y estaba en lo cierto.
De pronto a la espalda de Marylind, se oyó una masculina y
conocida voz que sorprendió a todos.
-No solo esta familia de Karpatianos sabe leer la mente, también
tu rey-Le aseguraba Liam a Marylind.
Ella al no saber que decir aterrorizada exclamó-¡¡Liam!!-.
-Cuanto tiempo Marylind desde que iniciaste tus andaduras fuera
de la ley y jugando con la magia negra
ha pasado mucho tiempo-Le recordaba el rey de los vampiros.
De repente la espontanea Tara, le increpó a Liam-Métele caña tío-.
-Pero por que tendré una sobrina tan impetuosa-Reía Liam a
carcajadas.
-Corre tío Liam, entra tu solo-Le pedía preocupado Evan.
-Os informo que el conjuro
que os echado a modo de polvos os destruirá en cuanto os pille-.Se burlaba
Marylind de los 5 integrantes de la familia.
Logan acercándose más a Aine y sus hijos le aseguraba-Pobre
infeliz, que piensa que no tenemos delante de nosotros una fuerte e invisible
barrera de seguridad, contra la que rebotará tu conjuro acabando a posteriori
contigo-.
En efecto el polvo blanco del hechizo de Marylind, chocó contra
una barrera protectora e invisible que
ella era incapaz de ver para acabar
cayendo sobre ella y covertiéndola en polvo negro cuyo cuerpo desapareció por
arte de magia.
En ese momento Liam, el rey de los vampiros, con sumo cuidado
levitó delante de la puerta del castillo de la familia O´banon para
pedirles-¿Me concedéis permiso para entrar?-.
-Adelante, pasa hermano-Lo invitaba Logan a entrar a su morada.
Evan exultante de alegría exclamó-¡¡un momento, si papá lo ha
llamado hermano es porque Liam de verdad es nuestro tío!!-.
-Espera, no tan rápido, que aquí hay algo que no me cuadra-Comenzó
diciendo Tara.
-Aunque en estos casos siempre me meto con mi hermana, en esta
ocasión he de reconocer que tiene razón.
¿Cómo es posible que nosotros 4 seamos Karpatianos y tu un vampiro
si eres de los nuestros-Quiso saber intrigado Evan.
-¿Si os lo cuento, me prometéis guardarme el secreto?- Les
inquiría Liam.
-Lo prometemos-Dijeron los hermanos al unísono.
Entonces Liam sentado entre ellos comenzó diciendo- Ahora empezaré
con mi narración y las preguntas si es que las tenéis se harán por turnos al
final.
Todo empezó hace muchos años cuando la vampiresa Natasha y yo por
casualidad nos encontramos y nos enamoramos.
Su padre era el rey de los vampiros, pero al estar juntos solo nos
alimentábamos el uno del otro así que en vez de convertirme yo en vampiro, ella
se convirtió en Karpatiana.
Al haber exterminado unos caza vampiros a su padre fue el momento
perfecto para que tomásemos nosotros el trono real.
Es por eso por lo que son los vampiros los que se dan el banquete
con los brujos negros y otros entes como ellos, yo no podría-.
-¿Dónde está ahora Natasha?-quiso saber el joven Evan
-En casa descansando-Fue la corta respuesta de Liam
-Cabe decir que yo la convertí en karpatiana-Concluyó Liam
-¿Y ella lo sabía?- Le preguntaba Tara a su tío.
-De hecho fue idea suya e incluso mentirle a su padre diciéndole
que yo había sido convertido en vampiro, motivo por el que soy ahora el
portador de la corona del rey de los vampiros- Le confesaba orgulloso Liam.
-El caso es que la liaste parda tío y has salido ganando con la
ayuda de tía Natasha-Apuntaba el joven
Evan.
La pequeña Tara, con lo impulsiva que era dijo-¿Y podríamos llegar
a conocerla algún día?-.
-Sin duda-Asentía brevemente Liam con una bonita sonrisa en su
rostro, a la par que en silencio pensaba
en su esposa.
“¿Me llamabais mi adorado esposo?” le proclamaba Natasha a Liam.
“Vestiros adecuadamente, que voy con la familia de Logan y él
mismo a verte, pues desean todos conocerte” Le informaba él telepáticamente.
“Y tú para hacer alarde de tu esposa ¿O me equivoco?” le inquiría
con cierta elegancia a la par que con un toque de chulería Natasha.
Cabe decir que el camino hasta llegar al “Castillo del Rey de los
Vampiros” no estuvo exento de peligros.
Tanto Logan como Aine, Tara y Evan salieron de su castillo
convertidos en feroces y salvajes panteras negras dispuestas al ataque en cualquier
momento, si precisaban de ello.
Liam aprovechando su condición de rey les regalaría una vez en el
castillo, los ropajes más ricos dignos de su idiosincrasia.
-¿Me acompañas princesita?-Le pedía dulcemente sin maldad alguna
Natasha a Tara.
-¿Ya empezamos? Solo porque soy pequeña me tratan de la forma más
moñas que hay.
Si soy princesa porque soy la hija de los mejores reyes sobre la
faz de la tierra y además bruja blanca-Concluyó diciendo ella.
-Entonces, ¿Cómo quieres que te llame?-Le inquiría aguando una
pequeña risita la joven, aunque ya madura Natasha.
-Tara, ese es mi nombre.
Tan fácil como eso-Le dijo desesperada la pequeña de los O´banon.
-Bueno Tara, tengo entendido que eres una bruja blanca, ¿No es
así?-Comenzó diciéndole Natasha con la intención de ganársela como amiga y
sobrina.
-Si tía, y he de reconocer que se me da muy bien-Le contestaba muy
orgullosa Tara como bruja blanca.
-Entonces he de decir que tengo las vestiduras propias para ti, si
me acompañas te las podrás probar y vértelas puestas-.Le aseguraba su futura
tía.
-Os acompaño, eso no me lo puedo perder, soy demasiado impaciente-Le
aseguraba Aine a ambas.
Una vez se reunieron todos en el salón Tara tenía un bello vestido
hecho de velos de distintos colores con un corpiño de color nácar, Aine un
vestido largo de color verde jade y en
el corpiño algunos diamantes, Logan ataviado de caballero y como no podía ser
de otro modo, Evan de guerrero.
-¿Natasha, tú no has encontrado un momento para cambiarte de
atuendo?- Bromeaba Liam.
La bella rubia de largos cabellos dorados y de ojos azules de gata
se miró con su traje rojo de seda y en tono tímido dijo a su esposo-¿Tan mal
voy?-.
En lugar de contestarle él le contestó la pequeña Tara-Tía estás
guapísima así, pero he visto algunos vestidos
en tu armario con los que aun estarías mejor-.
-En ti confío Tara, vamos de nuevo las 3-.Proponia Natasha.
Una vez en su cuarto abrió el armario y mirando a Tara le pidió-
Tú dirás, cariño-.
-Qué me dices de este vestido blanco con rosas rojas dispersas en
la falda y una en el pecho?- Quería saber Tara.
-Pero cielo, eso es solo mi vestido de novia ¿Dónde ves las rosas
que describes?-Le recordaba Natasha
asombrada.
-En mi mente, en mis conjuros, ¿Ves ya por donde voy? Coloca tú
vestido de novia sobre tu cuerpo y ya verás que cambio-.
Natasha hizo lo que ella le pedía aún sin estar muy segura si
serviría de algo.
Una vez conseguido su objetivo, Tara cerró los ojos y levantó las
manos hacia ella, una vez visualizó en su mente el vestido que quería que
llevase su tía, pensando que era ideal para ella, se desplomó en la cama y allí
se quedó hasta su pronta recuperación.
Nada más cobrar el conocimiento quiso saber –Tía,¿ Te gusta el
vestido que te he hecho?-.
-Es mucho más precioso de lo que imaginaba, cielo-Le declaraba
Natasha a su pequeña sobrina, a la que en tan poco tiempo tanto cariño le había
cogido y tan merecidamente.
Una vez de nuevo todos reunidos en el salón, Liam curioso le
preguntó a su esposa- ¿Qué le ha pasado a tu traje de novia, nena?-.
Y fue nuevamente Tara la que contestó- He renovado su vestido de
novia para que os caséis con nosotros de testigos-.
Natasha muy emocionada le inquiría a su esposo-¿Tú qué dices
cielo?-.
A lo que Liam le contestó-Que estaba deseando que llegase de nuevo
este día de lo mucho que te quiero-.
-Al ser tanto Karpatianos, como vampiros seres de la noche nuestra
segunda boda al completo será muy emocionante-Opinaba ella.
-Quien ose interrumpir cualquier fase de la noche de bodas, recibirá un castigo
cruel y mortal de esta pequeña pantera negra- Les confesaba Tara a los novios.
La boda, se hizo en la más estricta intimidad en el patio interior
del castillo del rey y la reina de los vampiros bajo un arco de rosas doradas y
frescas rodeados los elegantes sillones para
los invitados de rododendros lilas.
En este caso, el ramo de la novia
estaba compuesto por un ramo de calas blancas de belleza sin par, solo
comparable a la de la novia.
La reacción de Liam al verla llegar de la mano de Evan al altar
fue decirle-Estás radiante y mucho más bella que la primera vez que nos
casamos-.
-También tú estas radiante-Le aseguraba Natasha.
Evan y Tara fuero los padrinos y Logan quien llevaba las arras en
un ataque de risa observando dijo entre risas- El mundo al revés-.
Tara, decidió poner orden con un sencillo y cordial-Shhh mamá que
estamos en la boda del tío Liam y la tía Natasha-.
La boda transcurrió sin más demora ni pormenores, tras la cual se
dieron un gran baile, intercambiaron sangre y los niños jugaron hasta caer
rendidos y regenerarse en la tierra, mientras que los novios tenían una digna
noche de bodas.
FIN
ANA MARÍA GRANDE

wow muy bien felicitaciones por tu relato, está muy bien detallado cada personaje y espero que tengas muchos más lectores, un abrazo Diosa Atenea
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